Encontrado en la Vía Láctea. En el bullicioso corazón de la Ciudad de México, trascendimos lo ordinario, creando un Bar Mitzvah que fue una maravilla celestial. En medio de la energía siempre cambiante de la ciudad, perfecta para la juventud vibrante, creamos un ambiente que no era de este mundo. El tema no era menos que un aterrizaje fantástico en Marte, una aventura en el cosmos aquí mismo en la Tierra.
Los invitados entraron en un espacio donde los muebles se transformaban en arte: mesas de cristal y superficies con efecto espejo reflejaban las estrellas arriba, fusionándose perfectamente con el tema futurista. El diseño fluía como los contornos de un planeta lejano, con acabados brillantes y reflejos que fusionaban utilidad con arte, creando una experiencia inmersiva e interestelar.
La paleta de colores del evento rindió homenaje al cosmos: tonos cálidos del crepúsculo y la calma estabilidad del anochecer, un recordatorio de la belleza natural de la Tierra que contrastaba vivamente con el paisaje marciano imaginado. Más que una mera celebración, fue una odisea a través del espacio y el tiempo, dejando a los asistentes boquiabiertos, como si hubieran tocado un fragmento del Universo, un momento forjado en sus recuerdos para las eras venideras.
“El tema no era menos que un aterrizaje fantástico en Marte, una aventura en el cosmos aquí mismo en la Tierra.”
“Más que una mera celebración, fue una odisea a través del espacio y el tiempo”