El primer evento fue un Sabbat caracterizado por un aura con tintes bohemios y de jungla, durante el cual los invitados quedaron cautivados por la abundancia de frutas tropicales, como plátano, jaca, sandía y nectarinas. Los arreglos florales que sirvieron como centros de mesa incluían en su composición proteas, orquídeas y claveles en tonos que iban desde el burdeos hasta el rosa suave y el blanco. En las mesas también había cálices de cristal color ámbar y velas de vibrantes colores moldeadas a partir de una cera tallada que simulaba la forma natural de las flores.

Para ese día, construimos un deck de madera sobre el cual creamos diferentes ambientes. En la entrada se encontraban maniquíes de animales que representaban jirafas, elefantes, cebras y aves exóticas, acompañados de un fondo frondoso compuesto por una variedad de plantas tropicales. Diversos tapetes con estampados de animales se esparcían por el suelo. Del techo colgaban lámparas bohemias de color crema y bolas disco que reflejaban los matices del atardecer, y más tarde, los colores de la iluminación. La velada se desenvolvió con las suaves olas crepusculares bajo los pies de los invitados.