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Cóctel de Bienvenida:
En la mágica atmósfera de San Miguel de Allende, la historia y el espíritu de la tradición se entrelazan con la celebración contemporánea. Arcos de acrílico dan paso a un escenario iluminado, portales que refractan la luz y marcan el inicio de una velada suspendida en el tiempo.
Dentro de este recinto sagrado, esculturas inspiradas en el arte textil mexicano adornan cada espacio, sumergiendo a los invitados en un lienzo viviente de celebración y euforia. La pista de baile imita la profundidad del cosmos, mientras los movimientos de los asistentes evocan el flujo eterno de la energía universal. Cada arreglo floral enriquece la experiencia visual, iluminando la noche con destellos de estrellas terrenales.
Un momento que honra la bienvenida a los sueños que tejemos juntos bajo el cielo estrellado.
CEREMONIA
Pureza y unión. En el corazón de la serenidad, 300 almas se reúnen para ser testigos de un vínculo eterno, una promesa entre dos seres cuyos corazones laten en una danza intemporal de amor. La paleta de colores, serena y clara, envuelve cada instante con un aura de tranquilidad y cercanía, reflejando la solemnidad de un momento capturado en el tiempo.
Un camino de espejo acrílico se despliega bajo los pies de los novios, guiándolos hacia un altar de concreto con la gracia de un río calmo, capturando a cada paso la admiración y los suspiros de los presentes.
La atmósfera, impregnada de un suave perfume floral, teje un tapiz de texturas que acarician el alma, mientras un coro de flores blancas canta himnos de pureza y devoción. En este encuentro sagrado, cada detalle es un susurro de la naturaleza, invitando a todos a sumergirse en la celebración del espíritu y la unión eterna.
RECEPCIÓN
Junto a un lago que simboliza el vasto océano de emociones interiores, se desarrolla una recepción que captura la unión pura y profunda de dos almas, y la vibrante cercanía de quienes atestiguan este lazo. Este evento se transforma en un portal luminoso, marcado por estructuras que se alzan como guardianes de la celebración, guiando a los invitados a través de un sendero de luces y sombras danzantes al ritmo de emociones compartidas.
Instalaciones artísticas bailan como centinelas en el entorno, sus formas delicadas delineando el flujo festivo, mientras tallos florales se elevan en un coro cósmico de tonos claros, creando un contraste sublime contra el velo nocturno. En el corazón de esta celebración, una esfera alberga la cabina del DJ, concentrando un viaje sensorial con cada vibración que emite, explorando territorios sonoros aún por descubrir.
La pista de baile, bañada en cascadas de luces, invita a los invitados a sumergirse en una marea de destellos sincronizados con la música, transformando cada movimiento en una oda a la júbilo colectivo, una danza que transmuta la realidad y celebra la magia de estar verdaderamente presentes.
BRUNCH
Bajo un dosel entretejido con la luz del sol, se despliega un brunch que celebra el nuevo comienzo de dos almas. Inspirado en los tonos y la serenidad del Mediterráneo africano, cada detalle arquitectónico evoca lo clásico, transformando el espacio en un edén de sofisticación contemporánea.
Las mesas se visten con colores vibrantes y arreglos florales dominados por aves del paraíso, cada uno narrando historias de paisajes exóticos y sueños aún por descubrir. Las paredes y los acabados brutalistas bailan con texturas y movimientos, creando un caleidoscopio visual que captura la esencia de un paraíso oculto.
Este es el primer día de una vida compartida, una génesis de amor y convivencia íntima, donde cada rincón ofrece un refugio privado que alberga un oasis de emociones jubilosas.
